Hipertensión arterial: causas, síntomas, diagnóstico y tratamiento

La hipertensión esencial (hipertensión arterial) es una enfermedad crónica, cuya manifestación clave es la hipertensión arterial persistente.

Ocurre debido a la desregulación del tono vascular, cambios en el trabajo del corazón y los riñones. La hipertensión provoca lesiones funcionales y orgánicas de los órganos más importantes: el corazón, los riñones y el sistema nervioso central.

Causas de la hipertensión

La hipertensión primaria o esencial representa más del 90% de todos los casos. Se desconocen las causas fundamentales de la hipertensión, pero el aumento de la presión se basa en una alteración del tono vascular y del equilibrio hídrico y electrolítico. El tratamiento de la hipertensión está dirigido a eliminar este desequilibrio.

La hipertensión secundaria o sintomática en la estructura general ocupa menos del 10% de los casos. Esta forma de la enfermedad es uno de los síntomas de la enfermedad subyacente. La mayoría de las veces las razones son las siguientes:

  • enfermedad renal (pielonefritis, hidronefrosis, glomerulonefritis, etc.);
  • enfermedad renal (pielonefritis, hidronefrosis, glomerulonefritis, etc.);
  • tirotoxicosis;
  • hipotiroidismo;
  • daño a las glándulas suprarrenales (feocromocitoma);
  • estenosis (estrechamiento) de la arteria renal.

Es importante considerar no solo las causas de la hipertensión, sino también los factores que inciden en el aumento de la presión arterial. Éstas incluyen:

  • enfermedad renal (pielonefritis, hidronefrosis, glomerulonefritis, etc.);
  • crisis nerviosas frecuentes, sobreesfuerzo intenso repetitivo, fuerte excitación;
  • trabajo nocturno, así como trabajo en condiciones de ruido y vibraciones constantes;
  • herencia agobiada;
  • consumo excesivo de sal;
  • la presencia de otras enfermedades crónicas: obesidad, diabetes, enfermedad renal;
  • malos hábitos (fumar, comer en exceso, alcoholismo);
  • la inactividad física.

Síntomas de la hipertensión

La gravedad de las manifestaciones de la hipertensión depende del nivel de presión y la participación de los órganos diana en el proceso patológico. Estos últimos incluyen el cerebro, los riñones, el corazón, los vasos sanguíneos y la retina.

Cabe señalar que la presión arterial suele ser asintomática, por lo que la única forma de detectar un aumento de la presión es medirla con un tonómetro.

Diagnóstico y prevención de la hipertensión

Si tiene presión arterial alta, esta es una ocasión para un examen completo que identificará las causas de este fenómeno.

Es necesaria una exploración amplia para determinar la gravedad de la hipertensión, el grado de afectación de los órganos diana y descartar el riesgo de hipertensión sintomática.

Para prevenir y tratar la hipertensión, es necesario someterse a exámenes médicos regulares.

La detección temprana y el tratamiento con un control regular de la presión arterial pueden retrasar la progresión de la hipertensión y reducir la incidencia de complicaciones peligrosas. La prevención primaria consiste en la exclusión de los factores de riesgo existentes. Las siguientes medidas pueden lograr un efecto positivo en forma de normalización del nivel de presión:

  • enfermedad renal (pielonefritis, hidronefrosis, glomerulonefritis, etc.);
  • dejar de fumar y el consumo excesivo de alcohol;
  • actividad física moderada;
  • limitar la cantidad de alimentos consumidos;
  • reducir la cantidad de ingesta de sal (dieta baja en sal);
  • alivio psicológico.

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